(Reflexión nocturna)

La adictiva sensación de revelar los susurros internos a través de una imagen con miles de sombras escondidas.

A donde quiera que vea están pasando cosas. No siempre un hecho trascendental, un paisaje idílico o todas esas imágenes perfectamente construidas que vemos en las redes sociales. La mayor parte del tiempo es solamente un épico momento de ordinaria realidad. No es muy importante si tengo una cámara conmigo, en mi mente encuadro y disparo, sin renegar por artilugios técnicos o tecnológicos. Nace un recuerdo de la nada y cobra vida en esas historias de fin de semana, las que contamos por teléfono o simplemente las recordamos antes de ir a la cama.

Escrito por: Juan Colorado

No siempre tenemos el alcance de guardar recuerdos de cada momento, pero esos que quedan, esos que son el combustible de historias, son la semilla del storytelling.

“Crear” una palabra sobrevalorada, muchas veces la elevamos a una tarea de unos pocos en el más grande palacio de artistas. Influencias en grades cantidades que nos atropellan, cuando la realidad es que necesitamos poner atención a los pequeños detalles que cobran vida solo si los ves. Increíbles historias nacen del impetuoso silencio, a veces solo debemos observar para qué a susurros cada imagen muestre lo que guarda entre sus sombras.