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Escrito por: Rubén Mejía

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Muchas personas empezaron a comprar en línea de forma tímida y experimental. Primero poco, para ver y probar cómo resultaban las cosas. Al ver que funcionaban se empezaron a volver más exigentes. Respuestas rápidas y seguras son la regla. Tener la opción de escoger el producto, pagar en línea y que lo entreguen a domicilio -sin costo adicional- es indispensable. Quien no lo haga de esta manera está fuera de la jugada.

Me contaron un caso: un potencial cliente vio un anuncio en Facebook de una panadería gourmet, les escribió a su Messenger pidiendo más información y su menú. Le respondieron 2 horas después para decirle: ahorita se lo enviamos. Él ya no les contestó y me dijo que pensó: si eso se tardaron en enviar su oferta de productos, no quiero pensar cuánto se van a tardar en traer mi pedido. Para dicha marca fue debut y despedida con este potencial cliente.
Este ejemplo nos denota la importancia de estar preparados para enfrentar el reto de la velocidad con que suceden las cosas ahora. Toda la cadena de producción y venta debe estar preparada y consciente de su responsabilidad. De nada sirve el trabajo de conceptuar y producir un producto diferente, el esfuerzo en mercadeo y publicidad, si el último eslabón de la cadena falla. Y esto aplica a cada uno de los eslabones de dicha cadena. En los tiempos actuales es casi seguro que el cliente exigente no dé segundas oportunidades.
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Escrito por: Rubén Mejía

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Muchas personas empezaron a comprar en línea de forma tímida y experimental. Primero poco, para ver y probar cómo resultaban las cosas. Al ver que funcionaban se empezaron a volver más exigentes. Respuestas rápidas y seguras son la regla. Tener la opción de escoger el producto, pagar en línea y que lo entreguen a domicilio -sin costo adicional- es indispensable. Quien no lo haga de esta manera está fuera de la jugada.

Me contaron un caso: un potencial cliente vio un anuncio en Facebook de una panadería gourmet, les escribió a su Messenger pidiendo más información y su menú. Le respondieron 2 horas después para decirle: ahorita se lo enviamos. Él ya no les contestó y me dijo que pensó: si eso se tardaron en enviar su oferta de productos, no quiero pensar cuánto se van a tardar en traer mi pedido. Para dicha marca fue debut y despedida con este potencial cliente.
Este ejemplo nos denota la importancia de estar preparados para enfrentar el reto de la velocidad con que suceden las cosas ahora. Toda la cadena de producción y venta debe estar preparada y consciente de su responsabilidad. De nada sirve el trabajo de conceptuar y producir un producto diferente, el esfuerzo en mercadeo y publicidad, si el último eslabón de la cadena falla. Y esto aplica a cada uno de los eslabones de dicha cadena. En los tiempos actuales es casi seguro que el cliente exigente dé segundas oportunidades.
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