La amabilidad, un recurso que cuesta poco y deja mucho

Pocas actitudes definen al ser humano, aún sin proponérselo, como la amabilidad. Poderosa e imperceptible forma de ser, abre las puertas más inaccesibles y ablanda situaciones insostenibles, cuando forma parte de la conducta permanente de las personas.


Escrito por: Klara Campos

Amable es quien actúa respetuosamente con el prójimo, quien entrega su atención y procura comprender y actuar en concordancia con su interlocutor. Amable es quien valora el pensamiento ajeno, ocupa el lugar de otros para comprenderlos y reacciona pensando en el máximo punto de empatía posible. Amable es quien, aún en desacuerdo, respeta al interlocutor en todo momento, abriendo un camino para relacionarse intensa y genuinamente.

Es una virtud que le da valor a la forma de ser. Ha pasado de moda y su valor, al igual que lo escaso, ha crecido y marca diferencia en todo momento. Por contraste, fortalece su posición y construye un entorno donde lo afable, lo espontáneo y lo respetuoso, se convierten en la regla de trato y no en la excepción a la regla.

Cultivemos la amabilidad. Aprendamos a tender puentes con una forma de conducta que tiene un lugar en nuestros tiempos modernos. Cuesta poco y deja mucho, sobre todo, felicidad y realización personal.

Más entradas en orden cronológico