Aunque a veces en mercadeo e investigación de mercados se tiende a homologar un concepto con el otro, no son lo mismo.

Escrito por: Rubén Mejía

La definición clara de Niveles Socioeconómicos (NSE) para establecer targets que sirvan para posicionar marcas o realizar investigación de mercados es un tema pendiente en Guatemala. Se han hecho diferentes intentos al respecto, pero no hay un acuerdo total sobre una clasificación a utilizar. En ese contexto hay que mencionar que el ingreso dinerario de una persona no define su NSE. Esto es una verdad de perogrullo, pero muchas veces NSE e ingreso se utilizan como sinónimos.

El ingreso es solamente uno de los parámetros a tomar en cuenta. No necesariamente una persona que en un momento determinado posee un ingreso alto, pertenece a un NSE C+B o B. Hay otros elementos que son indispensables considerar para establecer el NSE, como el nivel educativo, el lugar de residencia, bienes que posee, otros respaldos económicos, lugares para comer, utilización del tiempo libre, e incluso, intangibles como gustos y nivel cultural.

Algo que muchas veces no se toma en cuenta es si el ingreso es producto de una relación de dependencia o, por el contrario, de ser propietario de una empresa (independientemente del tamaño de la misma). Esto último deriva, muchas veces, en un nivel de mayor estabilidad económica ¿A qué me refiero con esto? A que el ingreso del empleado puede variar drásticamente de la noche a la mañana (por un despido, por ejemplo), mientras que el del propietario tiene una mayor permanencia en el tiempo.

En alguna medida la volatilidad del ingreso de una persona en relación de dependencia (o empleado) disminuye con su grado de estabilidad laboral. Este puede ser un parámetro a tomar en cuenta al momento de ubicarlo en un determinado NSE, de manera que se atenúe lo planteado con anterioridad.

Lo que se debe evitar es ubicar a una persona en un NSE solamente tomando en cuenta su ingreso. Esto llevará a cometer un error, o peor aún, sesgar una investigación o dirigir la publicidad a la persona equivocada.