Las diferentes redes sociales tienen entusiastas seguidores y acérrimos detractores. Mucho se ha dicho de los beneficios o perjuicios de las mismas. Cuando dejaron de funcionar Facebook, Whatsapp e Instagram, ese día hubo de todo: tensión, incertidumbre y muchos chistes y memes. Uno que me llamó la atención decía “con la caída de Whatsapp conocí gente maravillosa, viven en mi casa y dicen que son mi familia”. Un chiste ácido, pero con una dosis de verdad.

Escrito por: Rubén Mejía

Marshall McLuhan dijo que toda innovación del hombre traía una mutilación. Figura retórica con la que ilustraba que los cambios provocados por la tecnología tarde o temprano terminaban afectando una función natural del ser humano. Por ejemplo, el invento de la bicicleta -y otros medios de transporte-, provocaron que las personas en general caminaran menos. Los enormes índices de obesidad actual le han dado la razón.

Tomando esta idea del filósofo y comunicador norteamericano, se puede afirmar que en este mundo hiper comunicado hemos ido perdiendo la capacidad de comunicarnos asertiva y adecuadamente. Vivimos en una especie de burbuja, llamada redes sociales, a través de las cuales “filtramos” el mundo. Pero la capacidad de comunicarnos se ha visto limitada o afectada.

Pero viendo la otra cara de la moneda, las redes sociales tienen un impacto importante en la economía mundial y por supuesto en la del país. Sirva un ejemplo; de acuerdo a un medio nacional el “apagón” que afectó a Facebook e Instagram implicó que cada PYME que invierte en publicidad digital perdiera Q935.75 ese día, es decir Q24.7 millones en total. Este dato me parece relevante en cuanto a la importancia de las redes y que debemos de aprender a gestionar la forma como las utilizamos, pues difícilmente vamos a poder prescindir de ellas.