La entrevista a profundidad es una técnica cualitativa que se utiliza en la investigación social y de mercados. Realizarla va más allá de hacer una batería de preguntas. Requiere preparación y experiencia de manera, que teniendo claro lo que no sabemos, podamos encontrar lo que buscamos. Es importante recordar que no cualquier entrevista es una entrevista a profundidad.
Un primer paso importante para prepararla es acceder a un conocimiento previo del tema de interés. El conocimiento nos dará mayores elementos para elaborar una guía de conversación inteligente que nos permitirá hacer preguntas adecuadas que den pauta a obtener información de valor. Una minuciosa elaboración de las preguntas ayudará para, incluso, contar con repreguntas encapsuladas en la conversación original.
Hay que elegir adecuadamente al entrevistado. Esto implica mapear a los expertos que nos pueden aportar información valiosa, analizarlos y decidir con quién conversar. Al programar la cita se debe garantizar que habrá suficiente tiempo para el diálogo, pues no es recomendable conversar bajo presión y hacerla de forma apresurada. Este es un factor que puede influir negativamente en la calidad de información a obtener.
Al momento de la conversación se debe empezar creando un buen ambiente que facilite preguntar y repreguntar. Hacer sentir cómodo al interlocutor influirá de forma decisiva en el desarrollo de la misma y en el valor de la información que se obtenga. Lo ideal es grabarla, escucharla, transcribirla e interpretarla. La suma de todos los detalles garantizará la obtención de información de valor para una posterior toma de decisiones y acciones.