La era de la empatía

¿Qué está haciendo eficiente el proceso comunicacional eficaz en esta época de hiperinformación? La palabra clave es empatía, o sea, la identificación del pensamiento e ideas quien envía el mensaje con las de quien lo recibe. Estudios realizados en Italia en el ya lejano 1996, confirmaron la existencia de un tipo de neurona “espejo” las cuales permiten recrear las vivencias o ideas de otros como si fueran propias, o sea, tener empatía y por tanto, poder identificarse con algo o alguien.
Escrito por: Klara Campos

El descubridor de esta característica es el neurofisiólogo Giacomo Rizzolatti y aunque al principio no se encontraba mayor utilidad en el experimento -señala un artículo de prensa publicado por el diario chileno La Tercera- la investigación continuada permitió comprender cómo se conseguía emocionar o irritar a las personas por ejemplo, con una película de cine, un poema o una canción.

La empatía no es totalmente emocional. Teóricos de la comunicación como Umberto Ecco definen la empatía como el esfuerzo por comprender a las otras personas más allá de los prejuicios, con lo cual queda claro que la empatía no es un tema sentimental, si no puede ser mucho más racional

Desde las piezas discursivas hasta las exposiciones magistrales -pasando por los mensajes breves y en general, la tónica de las relaciones sociales- dependen en calidad, impacto y cantidad del factor empatía.

En estos tiempos en que lo rápido de los mensajes es clave tanto para el emisor como para el receptor, esa identificación entre personas que generalmente no se conocen determina el éxito de la comunicación.

En suma, lo vertiginoso de la comunicación actual y el papel clave de ese grado de identificación entre unos y otros nos permiten definir este momento como la “era de la empatía”.