De las pinturas rupestres, al meme: comunicación eficiente
Si visualmente eres intrascendente, no existes para un posible usuario que busca un producto o servicio del otro lado del teléfono o el computador, pero si existes, es crucial generar una reacción que se perciba en los pocos segundos que tienes para viajar en el saturado mundo de la comunicación actual.
Así como una flor que por sí sola no transmite un mensaje, dependiendo de las circunstancias adquiere uno concreto, ya sea: amor, condolencias o felicitación.
De igual forma el diseño construido correctamente comunica visualmente el mensaje que queremos mostrar utilizando con arte múltiples disciplinas como la fotografía, la semiótica o lo audiovisual.
Como dijo un famoso diseñador y cineasta, Saul Bass, “El Diseño es el pensamiento hecho visual”.
Veamos al pasado para entender este paradigma del presente: desde la prehistoria, las pinturas rupestres de Lascaux, en Francia, muestran la capacidad del ser humano para comunicarse gráficamente, incluso antes que existiera el lenguaje escrito. Así como las pinturas rupestres eran un lenguaje visual -sin verbos- para las comunidades prehistóricas, hoy en día, elementos como un semáforo -otra vez, sin necesidad de lenguaje verbal- sirven como símbolos universales, transmitiendo mensajes cruciales sin depender totalmente de las palabras, demostrando así que la comunicación gráfica ha sido una constante a lo largo de la historia, desde la época rupestre hasta las calles urbanas modernas.
En la actualidad podemos ver logotipos icónicos como Apple y Nike, poderosos porque su imagen evoca fácilmente conceptos asociados a la marca; han sido construidos gracias a la mano profesional que utiliza la imagen, la creatividad y herramientas digitales y tecnológicas junto a un escueto uso del lenguaje escrito o hablado y con ello, permiten identificar marcas, clientes, expectativas y productos en segundos.
Las facilidades tecnológicas de hoy, nos abren la puerta para utilizar una imagen y un breve texto, y crear un “meme” que al viralizarse, difunde mensajes que comunican efectivamente muchos conceptos en unos pocos segundos.
Estamos entonces ante una realidad: una imagen y un buen diseño hacen el trabajo de mil palabras. Es aquí donde la comunicación creativa nos permite diferenciarnos de los demás.