El impacto de la interpretación y el contexto en la comunicación

En la Filgua tuve la oportunidad de ir a un conversatorio con Dante Liano, enfocado en su novela “Requiem por Teresa”. Fue una presentación un poco bizarra pues a la par había una banda tocando música infantil y a mi costado un señor hablando por celular con su familia. El autor de “El Misterio de San Andrés” y “El hombre de Montserrat” se lo tomó de forma filosófica: “en otro evento me tocó compartir espacio con una presentación de payasos y era un poco extraño que a cada cosa que yo decía se oían risas infantiles”.
Escrito por: Rubén Mejía

La erudición de este escritor, crítico literario y profesor guatemalteco radicado en Italia me dejó motivado a conocer más de sus libros y forma de pensar. En el recorrido que hice después por la Filgua encontré su más reciente obra “Puertas Giratorias”, un interesante libro del cual él dice: “estos ensayos van reflexionando en lo que los alemanes llaman una Weltanschauung, es decir, una visión general del mundo”. Me llamó la atención y me impulsó a investigar su alusión al denominado pensamiento débil. De ello deriva lo que deseo compartir en este blog.

En el mundo de la comunicación, una corriente filosófica conocida como el “pensamiento débil o hermenéutico” ha dejado una profunda huella. Este enfoque filosófico, que fue desarrollado por Gianni Vattimo y Pier Aldo Rovatti, desafía las nociones tradicionales de verdad y realidad. En su esencia, postula que la interpretación de la realidad siempre es contextual y cambiante, lo cual, entre otras cosas, tiene un impacto significativo en cómo entendemos la comunicación entre las personas.

La clave de esta relación radica en reconocer que toda comunicación es inherentemente interpretativa. Cuando nos comunicamos, compartimos nuestras perspectivas y puntos de vista, los cuales están moldeados por nuestro contexto, nuestras creencias y nuestras experiencias. Cada situación comunicativa tiene su propio contexto, que incluye el lenguaje utilizado, las normas culturales y las circunstancias específicas, y todo esto influye en cómo interpretamos lo que se comunica.

Lo anterior contrasta de forma drástica, aunque no excluyente, con el modelo de comunicación de Shannon y Weaver que usualmente es enseñado en las facultades o escuelas de comunicación, pero que tiene la falencia de interpretar la comunicación desde una perspectiva técnica y matemática. No es casual que sus creadores, Claude Shanon fuera ingeniero en telecomunicaciones y Warren Weaver matemático (La teoría matemática de la comunicación).

A contra pelo de lo anterior el pensamiento hermenéutico nos recuerda que las interpretaciones de la realidad son cambiantes y adaptables. A medida que obtenemos nueva información o experimentamos cambios en nuestro contexto, nuestras interpretaciones pueden evolucionar. Esta noción de cambio constante enfatiza la importancia de la tolerancia y el diálogo en la comunicación. Debemos estar dispuestos a escuchar y comprender las interpretaciones de los demás, incluso si difieren de las nuestras, ya que todas son legítimas en su contexto.

Me parece de una particular vigencia lo planteado por el pensamiento hermenéutico con relación a la comunicación, cuando nos invita a abrazar la diversidad de perspectivas en la comunicación y a reconocer que no hay una única verdad absoluta. La interpretación y el contexto son elementos esenciales para comprender la complejidad de la comunicación entre las personas, y esta comprensión puede llevar a un diálogo más enriquecedor y a relaciones interpersonales más respetuosas en una sociedad diversa y en constante cambio.