La función real de la IA
Si las capacidades de estos sistemas continúan aumentando exponencialmente, como muchos dentro de la industria, los actores antes mencionados tendrán que acelerar la velocidad en la generación de regulaciones, en beneficio de la seguridad e integridad de los humanos.
Ya existen casos, mínimos pero que poco a poco se van haciendo más comunes, tal es el caso de James, un chico de 14 años de Nueva York, que fue parte de un artículo en el NYTimes en noviembre pasado. James realizó un trabajó singular en un ensayo de inglés. La maestra, al revisarlo pensó que el ensayo era demasiado bueno y para verificarlo, lo pasó por un programa de computadora para comprobar si James había “facilitado el trabajo” usando inteligencia artificial. La “revisión artificial” le dijo a la maestra que el ensayo no sonaba lo suficientemente “humano” y que tal vez lo había escrito un chatbot.